La colombofilia se ha convertido
en un juego monetario
La colombofilia se ha convertido en un juego monetario donde las apuestas alcanzan millones de euros. Los entrenadores de palomas belgas, muy buscadas por los colombófilos asiáticos, son objetivo de actos mafiosos.
Ronny van Reet es un nombre conocido en el circuito internacional de la colombofilia. Durante el último vuelo nacional desde Argenton (Lot-et-Garonne, en Francia), Van Reet (de 42 años) se confirmó como uno de los mejores entrenadores de palomas de Bélgica.
"En cuanto se consigue tener buena reputación en este pequeño mundo, hay que ponerse en guardia", explica un Van Reet visiblemente desmoralizado. Catorce de sus "pequeñas" fueron robadas el jueves por la tarde de su palomar en Mol (Flandes).
Se las encontró poco después en un bosque cercano con una sola pata, sin los anillos distintivos. "Es un golpe terrible para un colombicultor que cuida día y noche de sus palomas", continúa Van Reet. "Tres veces por semana me desplazo ex profeso a Valenciennes para que vuelen y para entrenarlas.
Les doy una alimentación costosa y vitaminas especiales. No se trataba de las mejores palomas, sino de aves especialmente seleccionadas por sus músculos y por contar con la inteligencia necesaria".
El miércoles, le había parecido oír intrusos cerca de su palomar. Un testigo ocular vio a tres hombres de aspecto asiático depositar bolsas de plástico en un bosque. Pensando se trataba de vertidos clandestinos, sacó unas cuantas fotos de los hombres y de su coche y llamó a la policía.
La búsqueda de los tres sospechosos finalizó cuando los dos chinos y su intérprete se presentaron voluntariamente en la comisaría el sábado, cerca de medianoche. "La historia y las fotos han llegado a numerosos sitios de colombófilos.
Seguramente fue así cómo se enteraron de que los estaban buscando", opina Ludo Meeus, comisario de policía en Mol. El coche de la foto del testigo ocular era el del intérprete. Los dos chinos, sin embargo, mantuvieron durante su declaración que eran inocentes. Según ellos, no vinieron a Bélgica a comprar palomas. "Había efectivamente un testigo ocular, pero para la policía una paloma sin anillo es como un coche sin número de chasis.
No se puede hacer mucho", comenta Meeuws. "Además, el propietario no quiso buscarnos los números de anillo. En este asunto hay demasiadas declaraciones contradictorias que esclarecer".
25.000 euros por una paloma
Van Reet opina, por su parte, que lo que querían era colocar sus anillos en patas de palomas sin valor para hacerlas pasar por las palomas de un colombicultor belga famoso. "El transporte de una paloma a China alcanza fácilmente los setenta euros", explica el criador de palomas. "Llevarse solamente los anillos no cuesta nada y es más discreto".
Según los entendidos, las palomas de los colombicultores belgas famosos son muy apreciadas en países como China, Taiwán o Japón. "Los chinos están dispuestos a gastar hasta 25.000 euros por una paloma de competición belga", dice Rudi Hendrikx, amateur de concursos y propietario del periódico de colombofilia Duivenkrant. "Por eso me parece raro que haya chinos detrás de este robo.
En Extremo Oriente buscan palomas de competición vivas para la cría. Aunque se tengan los anillos, sin el justificante de propiedad y el árbol genealógico no se puede hacer mucho. Es diferente en países de Europa del este como Polonia. Allí se venden anillos de palomas belgas en el mercado negro a cien euros".
Estos últimos años el número de robos de palomas ha aumentado notablemente en nuestro país. "Bélgica es conocida en el extranjero como la cuna de la colombofilia", declara Pierre De Rijst, presidente de la Real Federación Colombófila Belga. "En la noche del sábado al domingo, robaron 50 palomas en casa de un célebre colombófilo de Anvers. Esto ya es demasiado. Los colombicultores se ven obligados a utilizar servicios de videovigilancia".
La mafia china participa en campeonatos de colombofilia
Jo Herbots se gana la vida como intermediario en la venta de palomas y exporta estas aves desde Bélgica hasta Extremo Oriente. "En Taiwán la colombofilia mueve mucho dinero", dice. "El bote se encuentra ahora en diez millones de euros. Todo el mundo apostaría primero, sin duda, a favor de una paloma entrenada por un colombicultor belga".
Algunos criadores de palomas, como Albert Pieters, secretario de los "Jóvenes colombófilos", originario de Herdersem, hablan de "la mafia colombófila asiática". "Si hay mucho dinero en juego, hay apuestas", comenta Herbots. "Teniendo en cuenta las cantidades que alcanzan los premios, se pierden millones en este juego". Pierre De Rijst, presidente de la Real Federación Colombófila Belga, también está al corriente del poder de atracción de los concursos de palomas en el mundo de las apuestas.
"Existen sitios en Internet donde se puede apostar dinero sobre el resultado de los vuelos internacionales", según Van Rijst. En el periódico The Tapei Times, Yang Yungnane, profesor de ciencias políticas en la universidad Cheng Kung de Taiwán, incluso menciona que existen secuestros de palomas en el circuito de los campeonatos.
ESCRITO POR Kim van de Perre
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